Celos
Otro tipo de miedo son los celos, un sentimiento universal, (aunque varía en función de la cultura y la persona), es el miedo a perder algo o a alguien. Los niños tienen celos cuando llega un hermanito/a, cuando sus maestro/as o sus padres hablan con otros niños o con otros adultos y no están pendientes de ellos porque los ven como un peligro o rival. Hasta los perros tienen celos.
Los celos bien gestionados son saludables porque indican un sentimiento de protección de la pareja o de que algo no funciona bien en la pareja y actúa como generador de energía. Hay teorías que afirman que sirven para proteger la reproducción de la especie.
Los celos mal gestionados son propios de personas inseguras, inmaduras, de personalidad débil, con baja autoestima, que se sienten amenazados por terceras personas, lo cual les provoca ansiedad y les lleva a ser controladores con sentimiento de posesión por miedo a perder a la persona querida.
Angela Morales Guarch
Cuando el miedo se vuelve compulsivo hablamos de celotipia, es un delirio, es el celo irracional, es una paranoia, donde se distorsiona la realidad, aunque la persona no se considera enferma. El celoso crea un rival imaginario inexistente, se vuelve hipervigilante, posesivo y puede llegar a ser agresivo y destruir parejas.
Según un estudio de la Universidad de Pisa (Italia), la explicación biológica de los celos se debe a un bajo nivel en la sangre de serotonina, neurotransmisor que cuando su nivel es bajo, también causa problemas de sueño, depresión, ansiedad, pánico…
Los celos se pueden prevenir durante la infancia mediante el aprendizaje de los valores de la tolerancia, el respeto y el reconocimiento de los derechos del otro.