oficio es y puede ser sin lugar a dudas el más hermoso que existe.

En mi haber puedo explicar que nunca dejé escapar el amor de un niño, que me mantengo en un recuerdo sonriente en todos y todas los y las que fueron mis alumnos/nas, algunos y algunas de los cuales me confiaron ya a sus hijos o hijas, Trabajé siempre desde la ALEGRÍA y el CARIÑO y me entregué en la tarea de construir grupos unidos con una conciencia colectiva que nos permitía crecer; grupos que convivían en el respeto y en la idea de que todos y todas somos importantes. He afrontado retos difíciles y me he encontrado también con alumnos que suelen etiquetarse como "imposibles"... Pero nunca me rendí y en mis recuerdos no consta la palabra "fracaso". 

Siempre entendí que en la motivación y el disfrute está la clave de cualquier aprendizaje y con esa base intenté educar, y con esa base me sorprendieron una y otra vez mis alumnos y alumnas, mis niños y niñas... Hazle creer a un niño que es muy capaz y te demostrará que lo es mucho más. Cree tú que podrás anular cualquier obstáculo y conseguir el éxito y en tu camino como maestro crecerán y florecerán tus grupos como prados en primavera.

No existe un SECRETO y si existiera no sería "mi secreto". Si acaso quisiéramos hallar una panacea para el "perfecto maestro o padre" esa estaría muy íntimamente ligada a una palabra: "AMOR". Amor a tu hijo o alumno, a tu tarea de educar, a ti mismo, ... 

No, ni quiero ni voy a ser un profeta que pretenda promover el evangelio del magisterio. Pero desde mi experiencia tengo mucho que contar y... sí, como Juan Gaviota yo nací para ser maestro y anhelo, también como manera de demostrar mi amor, compartir algo de la verdad que he visto y vivido a quienes esten pidiendo la oportunidad de ver la verdad por si mismos... Estrategias, pautas, formas de plantear la tutoría, de conseguir un orden básico asumido, de potenciar las capacidades sin forzar, de... ¿Te interesa?