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Miquel Beltran i Carreté

La crisis de la Educación:

No os preocupéis, sed felices...

 

“Imagine un jardín con cien clases de árboles, con mil variedades de flores, con cien especies de frutas y cien géneros de hierba. Pues, bien, si el jardinero de este jardín no conoce otra diferenciación botánica que la que distingue entre comestible y hierba mala, entonces no sabrá qué hacer con nuevo décimas partes de su jardín, arrancará las flores más guapas y talará los árboles más nobles.”

 

H. Hesse

 

Me entusiasma esta cita, es tan ilustrativa... Por supuesto encabeza uno de los capítulos de La Escuela de la Alegría.

 

Realmente la gente se da poca cuenta de las reales dimensiones de la "crisis de la educación". Yo la verdad estoy un poco cansado de leer y constatar como unos y otros se pasan la pelota, sí, esa que quema tanto, la de las responsabilidades. Que si las familias perdieron los papeles, que si los políticos no invierten, que si los profesores sólo quieren vacaciones, etc.

 

Oigan, no me sean niños... Todos somos culpables. Sí, ya sé... Pero no valen excusas. Padres y madres, maestros y profesores, políticos y administradores, todos tenemos en la mano una función que podría ser preciosa y hemos acabado por estructurar un programa digno de la peor tele basura...

 

¿Soy demasiado duro? ¿Qué queréis que os diga? ¿Que todo va más o menos bien? Anda, ni que fuera Bob Esponja... ¿Hay alguien que no crea que en Educación hace mucho que andamos para atrás? El Sr. Cangrejo, claro...

 

El otro día en un Instituto de mi pueblo una profesora hizo quedar a media clase. Tenían que escribir 100 veces "Si pasa algo en el patio no me levantaré de la silla para mirar por la ventana". El que no lo hiciera, parte. Me hubiera gustado escribirla para preguntar si sus alumnos se ponían también de rodillas con un libro en cada mano pero, uy, ¿quien es el valiente que se atreve a quejarse a un "Profesor" de secundaria o bachillerato? Anda, si parecen "Los Intocables de Elliot Ness".

 

¿Saben? Yo hice la mili, el servicio militar, y aquello que aprendí creo que viene a ser el mensaje que muchos padres acaban dando a sus hijos: el que lleva los galones tiene el poder de, con perdón, joderte bien jodido. Si quieres licenciarte le sigues la corriente y le das la razón en todo: ¿te quiere calladito? Calladito estás. ¿Que te exige que brodes la funda de una almohada sin que nadie te haya mostrado ni como empezar? Búscate la vida y entrégale su bordado. Luego, no te preocupes, cuando te licencien ya retomarás tu vida. Luego, no te preocupes, cuando te diplomen ya podrás empezar tu educación. Recordáis, ¿verdad? Lo decía Einstein: "Empecé mi educación cuando al fin pude dejar la escuela"

 

Que pena, ¿verdad? Pero hay que ser buenos, hay que ser agradecidos y corresponder. ¿Qué os parece si les regalamos algo? ¿Un vídeo como este? ¿Por qué no?

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