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La escuela de genios, la escuela de nadie.

 

Antes de empezar o continuar con recursos y materiales prácticos me vais a permitir dedicar unas cuantas entradas a plantear una serie de reflexiones que considero, ya no necesarias, esenciales para continuar…

Hoy he titulado el post un poco sarcásticamente como “La Escuela de genios, la escuela de nadie…”. Mi planteo va a ser muy claro: ¿Hay alguien que dude de que, por muchos ejes transversales y objetivos competenciales que se planteen, la Escuela de hoy sigue caminando por el mismo camino que la de hace 50 años? O sea, ¿no seguimos pretendiendo preparar para la Universidad, para la profesión, para…? ¿No? ¿Y cuales suelen ser los ítems que se barajan para valorar la calidad educativa? ¿Quizás el número de alumnos que asisten contentos a clase? ¿Los que quieren y desean seguir aprendiendo cuando acabe la enseñanza obligatoria? ¿Los que han creado vínculos afectivos positivos con sus educadores? Venga ya… Y seguiría y seguiría y, al final, volvería a escribir: ¡Venga ya!...

Capacidad lectora, matemáticas, memorización de contenidos, dominio de lenguas extranjeras, … ¿No van por ahí todos los baremos? Sí, ya sé, ahí va lo necesario para ser buen padre, buen hijo, buen amigo, …, para aprender a amar y a vivir en pareja, para ser capaz de disfrutar con aquellas pequeñas cosas, para… Venga ya!

Miquel Beltran i Carreté

Sí, ya sé que es lo que quieren y piden los padres: sus hijos deben poder ser los mejores en... Vale. Vamos a ver que opinarion algunos de esos mejores en... Albert Einstein dijo: "Educación es lo que queda después de olvidar lo que se ha aprendido en la escuela." ¡Vaya! "¿Cómo es que, siendo tan inteligentes los niños, son tan estúpidos la mayor parte de los hombres? Debe ser fruto de la educación." Lo escribió Alejandro Dumas... "Nunca he permitido que la escuela entorpeciese mi educación.", es de Mark Twain... "Suspendí mi educación cuando tuve que ir al colegio.", palabras de George Bernard Shaw... ¿Hace falta que siga?

 

Os invito a echar una mirada al pasado, hacia vuestra infancia y adolescencia... Realmente, ¿de qué profesor o profesora guardáis un mejor recuerdo? ¿De quién creéis haber realmente haber aprendido algo útil? ¿Quizás del / de la más sabio /bia? ¿Del qué más cosas os forzó a memorizar? ¿sí? Yo creo que no. Creo que los únicos maestro que realmente me marcaron fueron aquellos que quisieron y consiguieron acercarse a mí, aquellos que se ganaron un vínculo afectivo de calidad y a la vez no se limitaron a pretender impartir su saber... Querían compartirlo y, al hacerlo, te mostraban como vivirlo...

 

No, y eso que yo era un muy buen estudiante... Aprendí muy bien el latín, pero ni me acuerdo de la cara del profesor... Memoricé fechas y lugares, nombres y ciudades... Pero, no me preguntéis por ellos ni por cómo se llamaba el profesor de historia...

 

¿Sabéis quién grabó mi pasión por la literatura? ¿Un profesor? No. Fue mi abuela materna. Se llamaba Clara, era ciega y cada vez que la visitaba me contaba un cuento... Ella sigue en mí, forma parte de mí... ¿Maestros y maestras? ¿La verdad? Cuatro o cinco...

 

De los miles y miles de contenidos que aprendí y memoricé, ¿cuántos conservo? ¿Dónde adquirí mi curiosidad, mi increíble imaginación, mi potente lógica, mi sensibilidad, mi...? Lo siento, pero de ninguna manera tengo la sensación de que fuera en la escuela...

 

Y, así, uno piensa: ¿de qué me sirvieron tantos contenidos si no supieron cultivar el continente?

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